¿Qué pasa con el grooming en Argentina?

Avances y desafíos en estrategias de prevención y denuncia.

En el  año 2020 el estado de situación del grooming y la difusion de materiales de abuso sexual de la infancia (MASI) era alarmante. A partir de la cuarentena los casos se habían triplicado: los abusadores pasaban más tiempo en Internet y los niños también, muchas veces sin las “alertas” necesarias para protegerse.

A dos años de ese momento, nos preguntamos ¿cómo enfrentamos hoy estas violencias en nuestro país y cómo afectan a los chicos y a las chicas que las padecen?. Para indagar más, conversamos con personas claves de distintos organismos que están comprometidos en luchar contra esta forma de abuso.

 Las denuncias siguen subiendo

A diferencia de lo esperado, las denuncias de grooming y de material de abuso sexual en Internet siguen subiendo. ICMEC, entidad internacional encargada de recibir los reportes de las redes sociales, recibió 91.957 denuncias de materiales de abuso sexual infantil durante 2021, lo cual representa un crecimiento del 35% respecto a 2020, año en el que se recibieron 76.857. Los informes provienen de empresas tecnológicas como Microsoft, Meta, Tik Tok y Dropbox. Por su parte, en Argentina, la Línea 137 atendida por el Equipo Niñ@s contra la Explotación Sexual y Grooming del Programa “Las Víctimas contra las Violencias” recibió,un total de 823 consultas entre enero y octubre de 2022, de las cuales el 38% (309) referían a situaciones de grooming. El 59% de la víctimas tenían entre 12 y 17 años y el 22% entre 6 y 11 años. 

El incremento de las denuncias puede tener distintas explicaciones: mayor tiempo frente a las pantallas, campañas que visibilizan qué es el grooming y cómo se produce, y también voluntad de las grandes empresas tecnológicas: “Este crecimiento demuestra que las compañías empezaron a ser más diligentes para reportar esta cantidad de material que está dentro de sus plataformas”, afirma Pilar Ramírez, directora de Protección de la Niñez y Asuntos Legales del International Centre for Missing & Exploited Children (ICMEC) sobre la presencia de MASI en las redes sociales.

Sin embargo, es importante remarcar que estamos hablando de datos que se monitorean en la Internet superficial, que abarca un 4% de la web . “Un espacio donde falta mucha investigación es en la deep web. Para eso se requiere de mayor formación de equipo sobre el tema”, comenta Franco Pilnik, fiscal de Instrucción de Cibercrimen en el Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Córdoba. “Es poca la gente que denuncia. La mayoría  de los reportes son enviados cuando los materiales son detectados y dados de baja por las empresas tecnológicas. Cuando recibimos estos casos, las fiscalías se encargan de investigar dónde se subieron esos contenidos y a partir de esa información se hacen los allanamientos correspondientes”, agrega el fiscal. 

 Autoproducción y violencia intrafamiliar

¿Por qué hablamos de grooming y distribución de MASI en una misma nota?

Cuando pensamos en grooming, es posible que nos imaginemos a un agresor que finalmente se encuentra de forma presencial con la niña o el niño con el cual establece contacto virtual. Sin embargo, los casos en los en los que esto se concreta son la minoría. El principal objetivo de los abusadores hoy es obtener imágenes de niños y niñas con connotación sexual, ya sea para su gratificación sexual, para compartir en grupos de pertenencia pedófilos o comercializar. Para esto, suelen captarlos con un perfil falso a través de videojuegos o redes que los chicos y chicas frecuentan y luego se trasladan a aplicaciones de mensajería como Whatsapp o Telegram. A partir de entonces, pueden mantener esa conversación por meses hasta consolidar un vínculo amistoso mediado por el engaño, y otras ejerciendo un modo intimidatorio y extorsivo, bajo amenazas a la integridad del niño o a miembros de su familia. 

Las situaciones donde se concreta un encuentro presencial son la minoría, pero sus consecuencias pueden ser muy graves: “En general estas situaciones se relacionan con casos de trata de personas, desaparición y/o muerte”, enfatiza Pilar Ramírez. 

Sin embargo, el ambiente intrafamiliar también puede ser escenario de producción de materiales de abuso sexual infantil, de forma presencial. Según datos de la campaña #EnCasaSinViolencia de UNICEF, en el 77% de los casos de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes, el agresor es un familiar o alguien de su entorno cercano, y en el 50% sucede dentro de su propio hogar o de un familiar.

También las imágenes y videos enviadas entre pares y difundidas en Internet sin consentimiento son consideradas MASI. Esto se debe a que cuando circulan en Internet pueden ser pasar a ser  consumidas y distribuidas por personas adultas.

 El grooming como violencia de género

Al igual que en muchas violencias, las víctimas de grooming y de distribución de MASI son, en la mayoría de los casos, mujeres. Según datos del NCMEC, a nivel global el 82% de los agresores son hombres y el 9%, mujeres. A su vez, en el caso de aquellos niños que son víctimas de engaños en línea, el 78 % de las denuncias involucran a niñas y el 15 % a niños. “En casos de autoproducción, ya sea voluntaria o forzada, hay un perfil bien establecido que es niñas entre las edades de 7 y 13 años como primer grupo y entre las edades de 13 a 18 años como segundo grupo”, cuenta Pilar Ramírez. Según el reporte mundial de la Internet Watch Foundation, ONG que también recibe denuncias de estos casos, en 2021, un 59% de las denuncias de MASI recibidas eran sobre imágenes y videos que incluían a niñas de entre 11 y 13 años y estaban tomadas en el espacio de un hogar. Esto representa el 81% de las denuncias que recibieron de materiales de abuso autoproducidos. A nivel nacional, la Línea 137 refiere que de las  309 víctimas registradas en el 2022, el 76% eran mujeres.

Estas violencias dejan daños profundos y perdurables en las víctimas que las sufren. La difusión de materiales de abuso agrava incluso la vulneración porque perpetúa la revictimización de niñas y niños cada vez que se vuelven a ver las imágenes de su abuso. El aumento de la circulación de estas imágenes en Internet es, a su vez, parte de un ciclo vicioso en donde el riesgo crece cada vez más: “Que haya más consumo de material de abuso es señal de que hay más demanda y eso lleva a que haya más producción, es un negocio”, relata Pilar Ramírez. También debemos tener en cuenta que quienes entran en estas redes, incluso a veces sin producir material nuevo, son potenciales perpetradores de abusos más agravados.

 Los chicos son los que denuncian

Los equipos de las líneas de orientación y denuncia, las fiscalías especializadas y las empresas de redes sociales están observando una línea en común: los propios chicos y chicas son quienes están llamando a los organismos para denunciar estos casos. ¿A qué se debe esto? Un factor fundamental es que se están creando nuevos canales de reporte más cercanos a los medios que usan los y las adolescentes. Por ejemplo,  la línea 137  abrió un canal de Whatsapp para este tipo de denuncias, y está recibiendo consultas directas de niños, niñas y adolescentes, un público que no llega habitualmente a esos servicios.

Sin embargo, la causa principal que lleva a los más jóvenes a denunciar por su cuenta es la vergüenza que les genera contarles lo que les pasa a sus familias, y esto muestra una gran incapacidad de generar conversaciones sobre estos temas en el núcleo familiar. Como consecuencia de esto, chicos y chicas suelen solicitar ayuda cuando ya ha progresado el abuso: en la mayoría de casos, acuden a las líneas 137 y 102 cuando ya han producido y enviado una foto a alguien con quien establecieron un vínculo y éste amenaza con difundirlas. 

En este sentido, el desafío hoy en día es que chicos y chicas puedan identificar estas situaciones a tiempo. “Si es un adulto que se contacta con un niño, el mero contacto ya configura el delito de grooming. Si hay cualquier intercambio fotográfico con connotación sexual de un menor también es delito”, resalta el fiscal Franco Pilnik.
En esta línea, si chicos y chicas pueden detectar y denunciar que se encuentran frente a un perfil falso, se pueden prevenir vulneraciones de derechos posteriores como el pedido de imágenes, la sextorsión o incluso la concreción de un encuentro presencial, cuyas consecuencias suelen ser irreversibles y más difíciles de abordar. En primer lugar, porque cuando una imagen circula por Internet es difícil cortar ese ciclo de circulación de forma completa. Y en segundo lugar, porque al ser violaciones de derechos que se dan en entornos digitales, muchas veces las víctimas y los victimarios pueden estar en distintas partes del mundo. Por eso es fundamental enfocarse en la prevención.

 Lo fundamental: la prevención

Si bien es un avance que hayan mejorado las herramientas para el reporte y denuncia de estas violencias, hoy lo fundamental es trabajar para que niños y niñas detecten estas violencias a tiempo. En julio del 2022, se reglamentó en Argentina la Ley Micaela Ortega, lo que implica, entre otras cosas, la  creación de un Observatorio del Programa Nacional de Prevención y Concientización del Grooming que funcionará bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social. Este organismo impulsará capacitaciones para el uso responsable de las TICs y relevará su utilización en los entornos digitales de niños, niñas y adolescentes para identificar modalidades de vulneración de derechos en estos espacios. “El Programa es como una gran estrategia de comunicación para sensibilizar y capacitar tanto a los referentes afectivos y las familias como a los organismo públicos que atienden a chicos y chicas que sufren estas problemáticas o tienen dudas sobre ellas”, cuenta Paula Chinellato, jefa de gabinete de asesores/as de la SENAF, organismo designado como autoridad de aplicación de esta reglamentación. “En este momento estamos trabajando con el Ministerio de Educación para fortalecer sus líneas de trabajo a la luz de lo que define la ley y con el Ministerio de Justicia próximamente vamos a implementar capacitaciones con los operadores de niñez en distintas provincias. Cada provincia está identificando un referente provincial para crear un sistema de información sobre la temática junto a ellos. También estamos trabajando junto a la línea 137 consolidar los protocolos y enfoques y así orientar a la ciudadanía de la misma manera”, agrega.

Distintas ONG brindan también recursos para poder trabajar en escuelas y en familia sobre este tema. La campaña #EligeTuForma presenta un video y disparadores para generar conversaciones con adolescentes sobre esta y más temáticas.

 

Algunos consejos para la prevención del grooming:

  • En la primera infancia, ayudarlos/as a distinguir entre los “secretos buenos” y “secretos malos”, a conocer su cuerpo e intimidad y a saber decir que no ante situaciones que no les gusten o les incomoden. Pueden encontrar recursos para trabajar esto en www.chicos.net/educacion-sexual-integral/.
  • Hablar sobre el grooming sin tabúes con chicos y chicas cuando empiezan a usar redes sociales y servicios de mensajería. Lo mejor es que sepan que existe: hay gente adulta que puede crearse un perfil falso y hacerse pasar por un niño/a para hacerles daño. Por eso es importante no aceptar solicitudes ni encuentros con extraños. 
  • Generar un espacio de confianza, que sepan que pueden contar con los adultos que los rodean para hablar sobre cualquier situación que les resulte extraña o incómoda. Lo importante es no mantener el secreto de una situación abusiva.
  • Cuando usan internet, es clave que cuiden la información personal que comparten al hablar con personas desconocidas o de las cuales se tiene poco conocimiento. Antes de aceptar una solicitud de amistad o de mensaje, incentivarlos a investigar de quién se trata y cuánta información y fotos tiene ese usuario: muchas veces las personas crean cuentas falsas para acercarse a niños y niñas.
  • No aceptar encuentros presenciales en lugares privados y solitarios con personas desconocidas.
  • Educar acerca del consentimiento como pieza fundamental de la convivencia y el respeto.
  • En muchos casos, las y los jóvenes tienen vergüenza de contarles su situación a sus familias, y por eso acuden a sus amistades para que los acompañen a realizar las denuncias. Esto nos da otra pista para el contexto educativo: el grupo de pares, es decir amigos y amigas, funciona para alertar y dar contención cuando los chicos no recurren a una persona adulta.

 

Dónde denunciar

Ante casos de vulneraciones de derechos en entornos digitales comunicarse con los siguientes organismos:

  • Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires. 0800 33 347225 (24 hs); o denuncias on line ingresando a www.mpfciudad.gob.ar o enviando mail a denuncias@fiscalias.gob.ar.
  • Equipo Niñ@s, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Línea telefónica gratuita (las 24 horas, los 365 días del año) 0800-222-1717 o correo electrónico a equiponinas@jus.gov.ar.
  • Línea 137 de Ayuda y atención a víctimas de violencia familiar y sexual, o mensaje de WhatsApp al 11-3133-1000.
  • Línea 102: línea de atención gratuita a niños, niñas y adolescentes. Brinda un servicio telefónico gratuito y confidencial de escucha, contención y orientación ante situaciones de vulneración de sus derechos.
  • Ministerio Público Tutelar. WhatsApp (todos los días de 8 a 20 horas) 15-3637-3727/15-7037-7037. Teléfono: 08001227376.
  • Grooming Argentina. WhatsApp (las 24 horas) 011-1524811722.
  • Portal de denuncias de Internet Watch Foundation, el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires  e ICMEC: https://report.iwf.org.uk/ar.

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