Seguramente escuchaste alguna vez el mito de que “las mujeres tienen más facilidad para las materias sociales o la literatura y los varones para las ciencias y matemáticas”.
También es muy posible que recuerdes los juguetes que tenías cuando eras chico/a: muñecas, bebés o cocinitas en caso de que tu género sea femenino, bloques, autos, juegos de ingenio o similares en caso de que sea masculino.
Estas ideas arraigadas hablan de la existencia de estereotipos de género en la manera en la que fuimos criados/as, que impactan en el futuro. A su vez, los sesgos* que tenemos como personas adultas, también se trasladan a la hora de acompañar a infancias y adolescencias.
Que haya menos niñas y mujeres en carreras vinculadas a las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática) no es una casualidad. En esta división de lo que es adecuado para cada género, la tecnología queda del lado de los varones.
Para que niñas y niños tengan las mismas oportunidades de acceder a las tecnologías para jugar, reflexionar y en el futuro, incluso, para trabajar, es fundamental que los acompañemos de forma equitativa en la niñez. Promover el interés en la ciencia y la tecnología sin etiquetas y con oportunidades igualitarias para niños, niñas y adolescentes a lo largo de su crecimiento se vuelve indispensable.
Consejos para llevar esto a la práctica:
Para saber más: http://www.chicos.net/infografias_chicosnet/dia_chicas_tic/
*Un sesgo es una interpretación errónea (e inconsciente) de la información disponible que influye en la manera de procesar los pensamientos, emitir juicios y tomar decisiones.