Del inglés “sex” (sexo) y “texting” (envío de mensajes de texto), el sexting consiste en la producción de fotos, videos o sonidos íntimos, de índole sexual o erótica que se envían de celular a celular. Se practica como una forma de expresión de la sexualidad y la búsqueda del disfrute, y es muy habitual en la adolescencia.
Es muy importante que el sexting sea un hecho consensuado entre quienes lo realizan. Si alguna de las personas involucradas no desea ser parte, o cambia de opinión en algún momento con respecto a participar, su decisión debe ser respetada (tanto para enviar como para recibir los materiales). Al igual que en las relaciones cara a cara, tanto el consentimiento como el respeto de las decisiones de cuándo, cómo y con quién explorar la sexualidad es central.
Desde el rol adulto, es necesario acompañar a quien se vio afectada/o por esta situación. Brindar un espacio de escucha, de contención y a la vez intervenir a nivel del grupo. La persona que comparte sin consentimiento material íntimo debe poder reconocer su imprudencia y falta de respeto y empatía. Desde el enfoque de la Educación Sexual Integral (ESI) es necesario trabajar sobre el valor del consentimiento en los vínculos, como pieza fundamental de la convivencia y el respeto. Las chicas, las mujeres siempre se ven más perjudicadas que los varones cuando su material íntimo se comparte o viraliza, fruto de sociedades machistas donde se juzga con sesgo machista.Andrea Urbas, directora de Chicos.net
El sexting puede convertirse en violencia si las imágenes compartidas son extraídas de su contexto y utilizadas sin el consentimiento de alguno/a de sus protagonistas. Las mujeres siempre son las más afectadas en estas situaciones, en quienes recaen los prejuicios y mandatos sociales vinculados al machismo.
Por las características de los medios digitales, fácilmente se puede producir la pérdida de control sobre contenido íntimo. En ocasiones, puede llegar a viralizarse a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea.
En el caso de adolescentes, si la foto íntima se comparte en un grupo de pares, rápidamente puede extenderse a todo el colegio. Es una situación que suele provocar sentimientos de muchísima angustia y vergüenza a la persona que queda expuesta.
¿Cómo conversar con preadolescentes y adolescentes sobre este tema?
La ESI (Educación Sexual Integral) nos orienta para reflexionar y trabajar estas situaciones con adolescentes. Algunos lineamientos que podemos seguir son:
¿Qué hacer si se viralizó una foto íntima?
Hablar con la persona afectada sin avergonzarla o culparla es el primer paso. El poder de quien ejerce esta violencia se afianza en el sentimiento de vergüenza que provoca. Acompañar desde el afecto y la protección y permitirle contar lo que le pasó con la mayor sinceridad y libertad posible.
Aunque quien fue afectada/o quiera borrar todo, es fundamental que la o lo ayudes a guardar todas las pruebas que tenga: chats, correos electrónicos, capturas de pantalla y cualquier tipo de contenido que aporte información para realizar una denuncia, o una intervención en la escuela. Más información aquí.
En Argentina, la línea 102 de la SENAF (Secretaría de niñez, adolescencia y familia) atiende consultas vinculadas a derechos de niñas, niños y adolescentes, de manera gratuita y confidencial, para brindar orientación.
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