En casos de bullying, la situación es angustiante tanto para quien lo sufre directamente, como para su familia, docentes y su grupo de pares.
1) Conocer a todo el entorno del problema
Es clave correr un poco la vista del/la principal acosador/a e identificar también a quienes participan como espectadores/as e identificar:
2) Identificar patrones de acoso
Muchas veces el acoso suele suceder en momentos específicos del día: un recreo o una materia particular, quizás solo a la noche o a la mañana. Saber cuáles son esas situaciones va a ayudar a las niñeces a identificar cuándo pedirle ayuda a una persona adulta o a un compañero/a.
3) Practicar respuestas en casa
Es muy importante practicar en casa diferentes respuestas a los ataques previstos. Una serie de respuestas inteligentes pueden mejorar la situación.
4) Saber cómo responder en internet
Las redes permiten bloquear a los/as acosadores/as, e informar sobre estas situaciones a través de herramientas de denuncia y reporte de problemas. Que las niñeces sepan que existen estas herramientas puede resolver muchas de las situaciones.
5) Crear una red de apoyo
Último y súper importante: quienes están siendo atacados/as deben saber que cuentan con un grupo de personas que los/as quieren y valoran, y que pueden acudir a ellos/as cada vez que lo necesiten. Organizar visitas de familiares, reactivar viejas amistades y actividades del niño/a pueden resultar de gran ayuda.