1. ¿Suena un celular en el horario de la cena?
Todos comemos con el celular arriba de la mesa.
Hacemos que los dejamos pero los usamos a escondidas.
Yo lo uso, ellos son muy chicos.
Los dejamos de lado y aprovechamos para hablar.
¿Limitar la cantidad de tiempo? ¿Esperar a que solos encuentren un balance? ¿No decir nada porque "estamos todos en la misma"? ¿Quitarles el celular? ¿Dejárselos un poco más, así no molestan?
En la Argentina actualmente el 40% de los chicos y chicas de entre 11 y 18 años dice estar las 24 horas conectado a Internet y el 30% considera estar todo el día online.(1)
1 de cada 3 usuarios de Internet en el mundo son chicos y adolescentes menores de 18 años. Los niños y niñas acceden a edades cada vez más tempranas.(2)
El 11% de los usuarios mira su celular
más de 200 veces al día.(3)
La tecnología crece a un ritmo vertiginoso. Cada vez pasamos más tiempo frente a las pantallas, tenemos más disponibilidad de dispositivos e incrementamos su uso para múltiples tareas cotidianas.
Todo esto es motivo de preocupación
por padres y madres. ¿Qué podemos hacer para garantizar el pleno desarrollo de chicas y chicos, minimizar los riesgos y ayudarlos a aprovechar el potencial que el mundo digital puede ofrecer?
El uso de las pantallas evaluado según la dimensión del tiempo está cambiando. Computadoras, tablets y celulares son dispositivos que se usan para infinidad de propósitos. Entonces, cuando hablamos sólo de “cantidad de horas” podemos estar perdiéndonos algo. No existe un número ideal e indicado. Es importante tener en cuenta el contenido, contexto y conexiones presentes en cada situación particular.
Más que limitar cuantitativamente, deberíamos prestar atención al tipo de actividad que realizan chicas y chicos, promoviendo aquellas más creativas y activas y estimulando la variedad de lo que consumen: desde leer y escuchar música, jugar hasta utilizar dispositivos para crear arte digital, componer música, editar videos y programar, entre muchas otras propuestas.
Enfocarse en los usos y beneficios de la tecnología en lugar de hacerlo en los aspectos negativos.
Conversar con l@s chic@s acerca de las TIC y cómo las usamos. Como adultos, también sirve compartir nuestra experiencia con ell@s, tanto de cómo utilizamos la tecnología y de qué oportunidades y dificultades encontramos.
Armar un contrato en conjunto con l@s hij@s sobre los tiempos en los que todos l@s integrantes se comprometen a dejar de lado las pantallas. Dejen que sean ell@s l@s que escriban el primer borrador que defina los límites. L@s sorprenderá que, a veces, los chicos y las chicas son más estrictos que los adult@s.
Dejar los dispositivos de lado en determinados lugares donde su uso puede ser molesto o ser perjudicial. Por ejemplo: en la mesa, en la cama, en el aula (si el celular no es parte de la clase).
Dejar de lado los dispositivos también en determinadas situaciones como antes de ir a dormir, mientras hacemos actividad física, cuando conversamos con amig@s o familia personalmente, a la hora de la tarea, etc.
L@s chic@s más pequeñ@s aprenden imitando, por lo tanto es una buena práctica contarles lo que hacemos cuando agarramos el teléfono. Para los padres y madres nos es revelador darnos cuenta cuánto nosotros también usamos la tecnología. ¿Estamos ok con lo que mostramos? Ser buenos modelos es repensar nuestras propias prácticas y mostrar con conductas y el ejemplo aquello que esperamos de ell@s.
Todos comemos con el celular arriba de la mesa.
Hacemos que los dejamos pero los usamos a escondidas.
Yo lo uso, ellos son muy chicos.
Los dejamos de lado y aprovechamos para hablar.
Campaña creada por Chicos.net para promover el diálogo cara a cara en familia y con amig@s.