Martina Bonino
Cada 27 de enero se conmemora el Día Internacional de la Memoria de las Víctimas del Holocausto. Esta fecha se debe a la liberación del campo Auschwitz-Birkenau por parte del ejército rojo el 27 de enero de 1945. A nivel mundial este día es reconocido con el hashtag #WeRemember (#Recordamos), para tener presentes las millones de historias perdidas debido a las atrocidades del nazismo. Y al pensar en las víctimas de la Shoá, el nombre de Ana Frank es uno de los primeros que se nos viene a la cabeza.
Pero, ¿por qué Ana Frank? Ana fue una niña judía que nació en Alemania en 1929, y que se mudó a Holanda en 1933 ante las incipientes amenazas del nazismo. Años más tarde, en 1942, se escondió junto a su familia, la familia Van Pels y el señor Fritz Pfefer, en la parte trasera de la fábrica Opekta (la cual era dirigida por su padre, Otto Frank), en la cual permaneció durante más de dos años.
En el escondite Ana escribió un diario para descargar todo lo que tenía dentro y no podía decir. Sus pasajes aún resuenan en nuestro presente e inspiran a miles de personas, sobre todo a las juventudes.
El diario trae diversas emociones en los miles de lectores alrededor del mundo: por conmoción, identificación o fuente de esperanza y motivación. Y es que el diario de Ana Frank es un poco de todo eso. Son los pensamientos de una jóven que alberga grandes reflexiones y que inspira y marca a quienes lo leen.
En la actualidad diversos organismos como el Centro Ana Frank Argentina (CAFA), o el Espacio Anna Frank en Venezuela, se encargan de transmitir y trabajar a partir de su hsitoria. Su legado impacta en las juventudes, porque somos muchos quienes nos identificamos con sus palabras y nos comprometemos con la lucha por la memoria y los Derechos Humanos.
Integrantes de la Red Iberoamericana de Jóvenes Ana Frank
Recordarla nos permite trabajar desde la pedagogía de la memoria, una pedagogía que contempla que la memoria es siempre un territorio de disputas en constante cambio y que, justamente por esto, debe estar permanentemente defendiéndose del olvido y de la banalización.
Ana nos moviliza a alzar la voz, a trabajar en conjunto y a luchar por nuestros ideales y esperanzas. Ella nos enseñó que aún en los tiempos más oscuros, se puede seguir creyenedo en “la bondad interna de los hombres”.
Juventudes y Ana Frank
En el primer Congreso Internacional de Jóvenes para Jóvenes organizado por el CAFA en 2024, desde Buena Data les preguntamos “¿Qué les inspira de Ana Frank?”. Algunas respuestas fueron:
“Que mediante su historia, nosotros como jóvenes podemos usar nuestras voces para impactar en nuestras comunidades” (Nissi, Honduras).
“Me inspira a accionar, porque quizás sin la imagen de Ana no me hubiese animado a estar acá” (Mariana, Entre Ríos, Argentina).
“Creo que es un ejemplo inspirador para los jóvenes de hoy” (Juan, Venezuela).
Entre las respuestas pudimos ver un denominador común: la necesidad de accionar para poder transformar las realidades como jóvenes.
El diario de Ana Frank, sin dudas, promueve que las juventudes alcen sus voces y habiten espacios de participación.
En un contexto sociopolítico global donde los Derechos Humanos son vulnerados y los discursos de odio parecen avalar las violencias, este 27 de enero, y todos los días #WeRemember.