Cuando tenía 5 años me encantaba escuchar cuentos. Y más cuando ese cuento era acompañado con música, porque pensaba (y lo sigo haciendo), que las melodías también tenían historias que contarnos. Así es como, frente a la cámara, decidía ser yo quien contará las historias que escuchaba, cuentos de Maria Elena Walsh que escuchaba una y otra vez hasta que el disco quedaba rayado.
Años más tarde, encontré un lugar donde pude volver a encontrar a esa nena que repetía los cuentos sin parar. Mi recurrente interés en el escribir y comunicar me llevaron al periodismo como forma de trabajo, así pude participar en un Estudio de Radio y Televisión en el primer Streaming Educativo por Jóvenes de Comodoro Rivadavia. Luego, por medio de la escritura, conseguí formar parte del Equipo de Buena Data, un lugar donde aprendí y fortalecí la perspectiva en la claridad de los mensajes, uno de los principales desafíos en la comunicación.